Un año extraño, un año sin Tamborrada. El día grande de nuestra ciudad no ha podido ser, no ha podido tener ese componente de fiesta multitudinaria, no ha podido extenderse y oírse por todos y cada uno de nuestros barrios, no nos ha permitido juntarnos y hacer sonar tambores y barriles como cada 20 de enero.
Hemos tenido que conmemorarlo de manera diferente, en la intimidad de nuestras casas, con nuestros familiares y en grupos reducidos… pero con el mismo sentimiento, con la misma pasión que ponemos todos los años y con una esperanza y un deseo compartido por todas y todos: que el año que viene, la plaza de la Constitución y todas y cada una de las calles de Donostia / San Sebastián cuenten con la habitual presencia de la gente disfrutando de tambores y barriles y cantando a pleno pulmón la marcha de San Sebastián.
Bagera…!
Gu ere bai!
Gu beti pozez,
Beti alai.